Mike McDerment seguía pasando el rato en el sótano de casa de sus padres a los 30 años. Pero no era un holgazán reacio a abandonar el nido familiar.
En su lugar, McDerment era un director general que dirigía un equipo de siete personas en la creación de un servicio de facturación por Internet llamado FreshBooks. Y su equipo operaba desde el sótano como parte de un plan para mantener los costes por los suelos. El enfoque ultrafrugal de McDerment evitó que FreshBooks se quedara sin liquidez incluso cuando creció de forma espectacular. Cinco años después, la empresa tiene 93 empleados y más de 1,6 millones de usuarios en todo el mundo.