Si tienes un negocio secundario o habilidades que quieres promocionar, merece la pena que tengas un portafolio online para que otras personas puedan ver de lo que eres capaz: Puedes incluirlo al final de tus correos electrónicos, en tus tarjetas de visita, en tus perfiles de las redes sociales y en cualquier otro lugar en el que se te ocurra presentarlo.

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