En su serie Santuario, artista Adriana Gallo Formas abstractas y coloridas pintadas al gouache contrastan con fondos grises de santuarios de montaña. Gallo describe esta obra como un estudio de la estética de la devoción. La capa pintada sobre las fotografías en blanco y negro de los santuarios amplifica la sensación mística de las imágenes, que representan altares ocultos encontrados en la ladera de una montaña del norte de Italia.
De niña, Adriana Gallo creció visitando los Alpes italianos, y el recuerdo de una zona en particular se le quedó grabado. Justo encima del lago Mayor del norte de Italia, encontró "pequeños y discretos santuarios y capillas salpicando la ladera de la montaña". La artista "quedó cautivada por las tiernas, preciosas y a veces chillonas composiciones de flores reales y falsas, estatuas, figuritas, cintas y alguna que otra ofrenda".
Al añadir una capa claramente moderna de gouache a estas fotos sombrías y tradicionales, Gallo trae los santuarios históricos a la actualidad, planteando cuestiones sobre cómo evolucionan las prácticas religiosas con el paso del tiempo. Los añadidos pintados por Gallo, que adoptan formas geométricas y orgánicas, recuerdan alternativamente a flores, hojas, joyas y puertas.
En algunas imágenes, las formas pintadas parecen imitar el paisaje, una línea azul que abraza la curva de un tejado o resalta un altar. En otros casos, las formas abstractas parecen desafiar al entorno, ocultando parcialmente señales, estatuas y puertas. Las formas añadidas de Gallo complican la comprensión del espectador de estas escenas devocionales, sirviendo de recordatorio de la mutabilidad del culto.
Ver más de Adriana Galloen su portafolio.
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