Trabajar como autónomo suele considerarse la vida soñada, especialmente entre los creativos. Puede permitirte crear tu propio horario, elegir los proyectos y, si viajar no es ya al menos una pequeña parte de tu trabajo, puede hacer posible que lo cojas y te vayas en cualquier momento. Pero también hay mucho estrés propio de la vida de un autónomo. Hacer malabarismos con múltiples trabajos y plazos, trabajar muchas horas y la necesidad de una organización rígida pueden hacer que sea fácil dejar de lado las relaciones personales. La libertad de ser tu propio jefe conlleva, por supuesto, una gran responsabilidad. Entonces, ¿cómo conciliar el trabajo autónomo con el mantenimiento de los vínculos con las personas más importantes de tu vida?
Hemos preguntado a cinco creativos -diseñadores, fotógrafos, ilustradores- por la dificultad de compaginar ambas cosas, cómo lo consiguen y por qué la vida de autónomo merece la pena.
Michelle Buchner
Michelle Buchner, diseñadora
Creo que es posible llevar un estilo de vida equilibrado mientras se trabaja en la industria creativa. Por supuesto, lo que el equilibrio significa para mí es diferente de lo que el equilibrio significa para los demás, y el mío incluye hacer de las relaciones personales una prioridad. Encontrar tiempo para otros amores, intereses y el siempre esquivo tiempo de inactividad es importante para mantener mi energía creativa.
Otra diferencia es que estoy casada con otro diseñador. Entendemos perfectamente el impulso creativo y el proceso de diseño del otro, gracias a haber trabajado juntos durante cinco años. Ese aspecto de nuestra relación me permite trabajar en un estudio de diseño, además de mantenerme al día con proyectos independientes que consumen algunas tardes y fines de semana. También es reconfortante contar siempre con un "segundo ojo" de confianza, aunque a menudo también implique una lucha pasiva sobre la colocación precisa de los cachivaches de la casa.
Weronika Izdebska, Fotógrafa
Trabajar por cuenta propia puede ser muy cómodo. Sin embargo, si decides ser autónomo, debes tener en cuenta dos cuestiones importantes: la autodisciplina y la estabilidad. En rigor, tendrás que enfrentarte a una exigencia muy alta de la primera y a una carencia o deficiencia de la segunda. Para mí, esta conciencia es muy motivadora, pero, por otro lado, puede estar muy asociada al estrés y la incertidumbre. Para mí, tener una relación con una persona en la que puedo confiar plenamente es muy importante.
[Mi pareja y yo somos autónomos y pasamos mucho tiempo trabajando en casa, lo cual es muy cómodo porque entendemos muy bien las necesidades del otro. Vivir juntos significa pasar mucho tiempo juntos; tenemos que ser conscientes de que es muy importante crear nuestros propios espacios y respetar los horarios de cada uno.
Toda relación requiere grandes dosis de aceptación. Cuando nos dimos cuenta de que nuestro trabajo se había convertido en una parte tan importante de nosotros mismos que es difícil separarlo de la vida cotidiana, intentamos aceptarlo y apoyarnos mutuamente todo lo que podemos.
Evan Robinson, Fotógrafo
No existe un equilibrio entre la vida laboral y la personal como autónomo, así que elige algo que realmente te apetezca hacer por la mañana y que te entusiasme lo suficiente como para olvidarte de cuando un cliente te está machacando con un trabajo. Las relaciones afectan a cualquiera, desde un financiero a un autónomo, pero es inevitable que justo después de una desagradable discusión en casa, llegue la hora de salir para un rodaje en exteriores de tres días.
Elegir a la pareja adecuada tiene mucho que ver con hacer que funcione el loco calendario que implica la dirección comercial: o bien pueden ver tu ausencia como una oportunidad para expresar su independencia y dedicar más tiempo a su propio desarrollo, o bien pueden verlo como tu constante huida cuando más te necesitan. Normalmente, la verdad se encuentra en algún punto intermedio entre ambas.
Pregúntale a cualquiera que viaje por trabajo: subirse a un avión cada dos semanas no tiene mucho glamour, por mucho que te guste viajar. Perderse cumpleaños y aniversarios por tener que rodar en exteriores no te hace ganar puntos, pero tener un horario flexible para planear una aventura o un regalo entre semana para alguien que te importa es una gran ventaja.
Como autónomo con negocios repartidos a partes iguales entre la costa este y la costa oeste, conservo amigos íntimos en Nueva York y Los Ángeles sin tener la sensación de estar constantemente desconectado: es igual de probable que me tome unas copas con cualquiera de los dos grupos de amigos en una semana determinada. Somos la suma de las cinco personas con las que pasamos más tiempo. Si eliges bien a ese grupo, la libertad de trabajar por cuenta propia, ser la persona con la suficiente independencia para decir que sí a la comida de última hora o incluso al viaje a otro país, ayuda a mitigar incluso el estrés y la incertidumbre que conlleva la vida de autónomo, porque esa red social te sostendrá cuando los tiempos sean difíciles y te empujará más allá siempre que te vuelvas complaciente.
Dena Cooper, ilustradora
En todo caso, tener mi propio negocio de diseño alivia el estrés de mis relaciones personales. Empecé mi carrera en el diseño de moda, donde tenía poca libertad creativa y un jefe infernal, por no hablar de una semana laboral de 60 horas. Como autónoma puedo respirar un poco más tranquila y tengo mucho más tiempo para estar con mi marido. Tener pleno control creativo me da una tranquilidad maravillosa que no podría encontrar en un puesto corporativo.
Siempre que tengo un trabajo que requiere toda mi atención durante un largo periodo de tiempo, instalo mi estudio en casa para trabajar más cerca de mi familia. Creo que es vital para cualquier proceso creativo tomarse muchos descansos y volver al trabajo con una nueva perspectiva, sobre todo porque esos descansos permiten pasar tiempo con los seres queridos. El equilibrio entre el espíritu empresarial y la vida familiar puede ser difícil de mantener, pero también muy gratificante si se hace bien.
Meagan Morrison, ilustradora
En general soy una persona mucho más feliz desde que dejé mi trabajo a tiempo completo para dedicarme a la carrera de mis sueños, la ilustración, y eso ha repercutido positivamente en mis relaciones con mis seres queridos, ya sea mi familia o mis amigos. Cuando yo soy feliz, ellos son felices. Dicho esto, a menudo me acusan de ser una adicta al trabajo porque nunca estoy sin trabajar, y siempre tengo el estrés de gestionar varios trabajos al mismo tiempo, o de preocuparme por cuándo llegará el siguiente. También está la presión implacable de publicar en las redes sociales todo el tiempo para que mi público no pierda el interés. Una vez que empiezas en ese mundo no puedes parar, y es un compromiso 24/7.
Como en cualquier trabajo, tienes que ser capaz de gestionar tu vida pública y tu vida privada al mismo tiempo. Si tengo algún problema con un familiar, un amigo, un novio, lo que sea, me aseguro de resolverlo lo más rápida y eficazmente posible. Ser emocionalmente inteligente y saber manejar las relaciones es una habilidad increíble. No me aferro a cosas que no funcionan sólo por tener a alguien en mi vida. Creo que la clave para resolver los problemas de pareja y que tu trabajo no se resienta es saber compartimentar tu vida. Soy un profesional y tengo un trabajo que hacer independientemente de lo que me esté pasando emocionalmente. Muchas de las amistades que mantengo hoy en día son con personas que están en mi sector, que son emprendedoras y apasionadas por lo que hacen. Para mí, salir con mis amigos también es una parte importante de mi vida empresarial. Tampoco creo que pudiera salir con alguien que no entendiera intrínsecamente mi profesión y lo que se siente al amar lo que haces. Mi familia también está muy implicada en mi trayectoria profesional.
Para mí, no hay separación entre mis relaciones personales y mi profesión, pero sí entre mis clientes y mis relaciones personales. En otras palabras, puedo dedicar tiempo a esas relaciones porque se solapan mucho.
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