La fotografía inmobiliaria es un camino habitual para los fotógrafos, incluso para los principiantes. Pero hay estilos fotográficos distintos y particulares que deben incorporarse aquí.
A medida que los fotógrafos buscan formas de convertir su pasión en una carrera remunerada, la fotografía inmobiliaria se está convirtiendo en una opción cada vez más popular. Hacer fotos de arquitectura atrevida, espacios estéticos y estructuras magníficas puede ser muy divertido y gratificante, así que es algo que recomendamos a los fotógrafos que prueben al menos una vez en su profesión.
La fotografía inmobiliaria es un subgénero de la fotografía comercial en el que el artista hace fotos de una casa o propiedad en venta. Suelen trabajar con propietarios, agentes y otros clientes cuyo objetivo principal es tomar imágenes impactantes que muestren su propiedad y, en última instancia, conseguir que se venda.
Las fotos que toma un fotógrafo inmobiliario aparecen en los listados inmobiliarios online o en los catálogos de propiedades. Por tanto, su trabajo consiste en hacer fotos atractivas de la propiedad y mostrarlas de la mejor manera posible para atraer a posibles compradores.
Si eres un principiante que quiere probar suerte en la fotografía inmobiliaria, debes saber que hay estilos y tecnicismos únicos a la hora de fotografiar propiedades inmobiliarias. Pero puedes conseguirlo siempre que cuentes con los consejos esenciales que vamos a exponer en este artículo.
Antes de meternos de lleno en ayudarte a aprender las habilidades que necesitas para hacer fotografías inmobiliarias impresionantes y consejos para obtener los mejores resultados, primero vamos a equiparte con lo que necesitas.
Por supuesto, tu cámara es tu alma. Ya sean cámaras de alto rango dinámico (HDR) o réflex digitales de un solo objetivo (DSLR), tu cámara debe venir con ajustes personalizables y funciones ingeniosas que te ayuden a tomar imágenes de alta calidad.
Además de tu cámara, te recomendamos que lleves un par de cosas más.
Cuando fotografíes bienes inmuebles, necesitarás un objetivo que sea versátil y pueda ayudarte a conseguir la mejor toma en múltiples situaciones. Un objetivo de focal fija es el más idóneo para esta aplicación, ya que te permite hacer fotos en espacios reducidos. En cuanto al tamaño del objetivo que necesitas, algo pequeño, como 27 mm o 35 mm, funcionará mejor.
Un objetivo gran angular también es útil, sobre todo para fotografiar el interior de la casa. Puede hacer que los espacios pequeños parezcan más grandes y espaciosos e interesar al comprador potencial.
Un trípode fiable te resultará muy útil en la fotografía inmobiliaria, sobre todo si vas a fotografiar espacios interiores. Te ayudará a estabilizar las tomas y a evitar que salgan borrosas, sobre todo por la noche, cuando la luz es limitada y necesitas reducir la velocidad de obturación.
Aunque tu cámara tenga un flash incorporado, no necesariamente producirá fotos de la mejor calidad, sobre todo si la iluminación del entorno es escasa. Considera la posibilidad de llevar tu propio equipo de iluminación a la sesión para poder jugar con el ambiente y mostrar la propiedad con la mejor luz.
No puedes fotografiar todo lo que necesitas en un par de minutos. Especialmente en la fotografía inmobiliaria, es probable que tu sesión dure más de lo que habías previsto. Lo más probable es que tengas que hacer varias tomas desde distintos ángulos antes de encontrar la toma perfecta.
Debes prepararte para estas situaciones con baterías y tarjetas SD de repuesto. Al fin y al cabo, lo último que quieres es que tu cámara se quede sin batería o sin memoria de almacenamiento justo cuando has encontrado el ángulo o la iluminación perfectos.
Lleva siempre repuestos en la bolsa para emergencias, para no retrasar el rodaje o, peor aún, tener que volver al día siguiente. En cuanto a la tarjeta SD adicional, te recomendamos que lleves dos o tres extras, cada una idealmente con al menos 64 GB de memoria.
Ahora que sabes qué equipo necesitas, pasemos a las habilidades que debes desarrollar para convertirte en un fotógrafo inmobiliario de éxito y poder competir en un nicho altamente competitivo.
Los clientes buscan fotógrafos con los que sea fácil comunicarse, capaces de seguir el briefing para hacer realidad su visión y con experiencia en estilos fotográficos que muestren sus propiedades de la mejor manera posible.
Nos guste oírlo o no, la fotografía inmobiliaria consiste 80% en ofrecer lo que el cliente quiere y 20% en el estilo personal y la creatividad. Los fotógrafos de este sector deben estar dispuestos y ser capaces de seguir las instrucciones de sus clientes, ya sea sobre el aspecto que quieren que tengan sus fotos o sobre cómo organizar las habitaciones de su propiedad.
Por ello, los fotógrafos inmobiliarios suelen tener que leer mucho. Tienen que entender perfectamente el briefing y aclarar si tienen alguna duda. Un excelente trabajo de fotografía inmobiliaria es el que se ajusta a la visión del cliente a la perfección.
Los fotógrafos inmobiliarios van a trabajar con mucha gente: desde clientes hasta agentes y otros miembros del personal. Y la coordinación con estas personas es crucial para que el proyecto se desarrolle lo mejor posible.
Por ello, la capacidad de comunicarse eficazmente es una habilidad vital que deben poseer los fotógrafos inmobiliarios. Deben ser capaces de mantener una comunicación clara con sus clientes para que no haya malentendidos sobre plazos, instrucciones, horas de reunión, etc.
Uno de los principios o conceptos fotográficos especialmente importantes en la fotografía inmobiliaria es el triángulo de exposición. Tanto los principiantes como los fotógrafos inmobiliarios experimentados deben estar muy familiarizados con él para conseguir las mejores tomas de un inmueble.
El triángulo de la exposición se refiere al modo en que tres características importantes de la cámara trabajan juntas: la ISO, la velocidad de obturación y la abertura. Según este principio, las tres deben estar equilibradas para obtener los mejores resultados. Un área sobrecompensada afectará drásticamente al aspecto de una foto.
Los fotógrafos inmobiliarios son todos muy distintos entre sí. Independientemente de ello, hay normas de calidad que todos pueden cumplir para obtener las mejores fotografías de inmuebles. He aquí algunos consejos que debes tener en cuenta para impresionar a tus clientes y triunfar como fotógrafo inmobiliario.
Un objetivo gran angular puede ayudarte a captar más espacio y hacer que las habitaciones parezcan más grandes. Esta característica es especialmente importante cuando se fotografían interiores que pueden parecer pequeños al fotografiarlos. Un objetivo gran angular te permitirá hacer que las habitaciones parezcan más grandes y atraer a posibles compradores.
La hora del día en que hagas las fotos influirá mucho en el resultado de las mismas. Puede ser un fastidio, pero parte de ser fotógrafo consiste en estar dispuesto a levantarse a altas horas de la madrugada para conseguir una buena iluminación para tu sesión.
En la medida de lo posible, te conviene que haya mucha luz natural, ya que mostrará la propiedad de forma atractiva y estética. La luz natural puede hacer que un espacio parezca luminoso y aireado, así que intenta programar la sesión durante las horas de luz.
Si vas a fotografiar en una época del año en la que la luz solar es limitada, tienes que tenerlo en cuenta y considerar la posibilidad de llevar contigo aparatos y equipos de iluminación adicionales que puedan ayudarte a imitar la luz natural.
También querrás hacer tus fotos con todas las luces encendidas, ya que pueden aportar calidez a tus fotos y hacer que el espacio parezca más acogedor.
Antes de empezar a fotografiar, retira del espacio todo el desorden y los objetos personales innecesarios para que resulte más acogedor. Tener demasiados objetos en la zona hará que la foto parezca demasiado desordenada. Tener demasiadas cosas confundirá al espectador y al posible comprador. No sólo eso, sino que el desorden también hará que la habitación parezca más pequeña de lo que es.
Busca un aspecto minimalista. Deshazte de elementos que distraigan y añadan ruido a tus fotos, como cables de teléfono o cubos de basura. Organiza los objetos, mueve los muebles de sitio y haz fotos de una habitación limpia que facilite al espectador mirar y apreciar.
Un trípode puede ayudarte a mantener tus tomas estables y niveladas, lo que es especialmente importante cuando disparas con poca luz, donde necesitas una velocidad de obturación más lenta. Además de un trípode, también puedes considerar un mando a distancia para hacer tus fotos, de modo que no tengas que tocar la cámara y arriesgarte a hacer una foto borrosa.
Cuando fotografíes interiores, nivela el trípode a unos 1,5 metros de altura. Disparar desde el nivel de los ojos ayudará a que la habitación parezca proporcionada. Orientar correctamente la parte inferior de la cámara sobre el trípode también te ayudará a mantener líneas verticales rectas que producirán fotos limpias y precisas.
Intenta disparar desde distintos ángulos para captar los mejores rasgos del espacio y mostrar sus características únicas. No tengas miedo de hacer tantas fotos como sea posible para tener mucho donde elegir: tener demasiadas fotos es mucho mejor que no tener suficientes.
Además de disparar desde distintos ángulos de la propiedad, intenta jugar con los ajustes y exposiciones de tu cámara. Esto te ayudará a encontrar los ajustes perfectos para que las fotos salgan bien.
Para que te hagas una idea de cuántas fotos tienes que hacer y cómo debe ser la mejor toma, normalmente tienes que presentar a tu cliente tomas finales editadas de lo siguiente:
Si tienes un dron a mano, ¡no dudes en utilizarlo! Este equipo te ayudará a crear tomas emocionantes que otros fotógrafos no pueden ofrecer, diferenciándote como fotógrafo inmobiliario. A tu cliente le encantará ver la propiedad a vista de pájaro, ¡lo que puede ayudarle a atraer a más compradores!
Las fotos que haces en la sesión son tomas sin procesar que a menudo necesitan un tratamiento posterior antes de estar listas para enviarlas a tu cliente. Elige tus mejores fotos y mejóralas con una herramienta o programa de edición.
Editar tus fotos puede ayudar a realzar los colores y los detalles de la imagen, pero ten cuidado de no exagerar. No quieres que tus fotos parezcan poco auténticas. Sólo quieres ajustar la iluminación, los colores y la nitidez para mostrar el sujeto de la mejor manera posible.
En general, los ajustes que tendrás que hacer serán los siguientes:
Si crees que tus fotos necesitan más ayuda que eso, haz otros ajustes según sea necesario.
La propiedad inmobiliaria no sólo abarca la casa y sus habitaciones. También puedes llevar tu cámara y hacer fotos de los alrededores. Los compradores de viviendas querrán saber cómo son los alrededores de la casa, los servicios que pueden encontrar, etc.
Incluye fotos del vecindario circundante para dar a los espectadores una mejor idea de la zona y de la ubicación de la propiedad. También dará a la propiedad una ventaja adicional, sobre todo si está situada en un barrio ideal.
Cada propiedad tendrá sus características únicas. Ya sea una vista impresionante, un detalle arquitectónico único o una amplia zona exterior, asegúrate de captar y resaltar las características clave de la propiedad.
Si parece que no hay ninguna, es señal de que necesitas pensar con originalidad. Pregúntate qué ves que no sea común en una casa estándar. Puede ser un cuarto de baño recién instalado o la proximidad a un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad, una chimenea moderna, una piscina, etc.; créenos, siempre hay algo único que destacar.
Los muebles pueden hacer mucho para que tus fotografías sean más atractivas. Pero no siempre harás fotos de casas amuebladas. Algunos clientes te pedirán que hagas que los espacios en blanco y las habitaciones vacías tengan buen aspecto, y ahí es donde entra en juego la puesta en escena virtual.
Si el espacio está vacío o poco amueblado, la escenificación virtual puede ayudar a los compradores a visualizar el potencial del espacio y hacerlo más acogedor. Para ello, debes utilizar una herramienta de diseño gráfico para superponer muebles y otros elementos y crear una toma realista y atractiva.
Cuanto más practiques la fotografía inmobiliaria, mejor te harás. Experimenta con distintas técnicas, ángulos e iluminación para encontrar lo que mejor funciona en cada espacio.
Recuerda que nadie se convierte en un gran fotógrafo de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, práctica y experiencia para desarrollar tus habilidades, aprender nuevos conceptos y aplicar tu propio toque de creatividad a tu trabajo.
La fotografía inmobiliaria es un nicho muy rentable y satisfactorio en el que se están introduciendo muchos principiantes. Armado con nuestros consejos, deberías ser capaz de crear fotos impresionantes de propiedades que impresionarán a tus clientes y te ayudarán a construir tu cartera.