Tiene lugar entre Nueva York, Nueva Jersey y Ucrania, Así que hablas ruso es una exploración de los sentimientos encontrados de la fotógrafa Jules Slütsky al regresar al país natal de su familia. Mediante imágenes de parientes, lugares de memoria y objetos de la historia familiar, Slütsky intenta explorar no sólo su patrimonio personal, sino también el de Ucrania. Aquí nos habla del proceso y la inspiración que hay detrás de la serie.
Creo que la mayor motivación de esta serie fue un intento de volver a conectar con mi país de origen; hacer algún tipo de paz con él o, al menos, aprender algo del proyecto. Es una experiencia inmigrante bastante común sentir dos mundos internos enfrentados, y creo que esta serie fue para mí un intento de tender un puente sobre esa brecha. Antes de este proyecto, mi trabajo sólo insinuaba estos temas y personajes. Pensé que tal vez había llegado el momento de hablar directamente del tema y fotografiar el país.
Había una facilidad y tranquilidad a la hora de tomar estas imágenes. La mayoría de los interiores son espacios poco habitados y que han empezado a desmoronarse, como mi piso de la infancia y una antigua casa de campo en la que crecieron mi bisabuela y mi abuela. Había casi una inquietante sensación de quietud. Nunca me sentí apurada y tardaba hasta 2 ó 3 horas en preparar un bodegón. Los retratos eran más difíciles. Me ayudó el hecho de que casi todos los que fotografiaba eran familiares o viejos amigos de la familia, pero la gente seguía desconfiando. Estaba tomando estas imágenes justo cuando Rusia había trasladado su ejército a Crimea y más de una vez me enfrenté a sospechas de ser un espía ruso. Era extraño que te trataran casi como a un intruso en tu propio país.
Me llevó un tiempo pensar en un nombre apropiado para la serie. Quería algo que registrara mi experiencia de ser ucraniana. Pensé en las interacciones que he tenido con la gente al decirles que soy de Ucrania. "¿Así que hablas ruso?" es siempre la pregunta que me hacen a continuación. Y al corregirles que no, que en realidad es una lengua distinta, me respondían "¿no es lo mismo?". La gente no confunde a los bielorrusos, polacos o georgianos con hablantes nativos de ruso, aunque el dominio de la URSS sobre esos países fuera igual de fuerte. Así que se me ocurrió que se trataba de una experiencia claramente ucraniana y que realmente ilustraba que, a día de hoy, Ucrania no ha sido capaz de librarse de la sombra del dominio soviético. Sigue intentando reafirmar su independencia e identidad en la escena mundial. Creo que en el fondo se me ocurrió que mi búsqueda de identidad y la de mi país eran muy parecidas.
Ver más fotografías de Jules Slütsky en su página web sitio web.
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